Estas piezas flotando en el aire, los colores (azules, rojos, amarillos), las formas (círculos, coronas circulares, esferas) exploran las dificultades y las múltiples posibilidades de la búsqueda de la ingravidez, de los ritmos y los acordes comunes al universo Calder. Y con singular destreza, dibuja también en el aire, de manera fluida, flexible, cambiante. En estas obras se percibe una despreocupación por las emociones y un interés por el espacio, que como un lienzo es asaltado con una energía desbordante, buscando aliviar el peso y entregarse a la libertad pautada. Hay piezas muy sencillas, ligeras, evanescentes, frente a otras barroquizantes donde los alambres se cruzan y entrecruzan en un intricado entramado, más pesadas, pero sin provocar estruendos que impidan el movimiento.
Faustino López (San Juan de la Mata, El Bierzo, León, 1956), lleva tanto tiempo viviendo en Avilés que se siente avilesino. Aquí trabajó como profesor de filosofía en el Instituto de La Magdalena. Fueron años de enseñanza y también de aprendizaje porque, dice, siempre hay que estar abierto a escuchar las opiniones de las nuevas generaciones.
A pesar de su labor docente, siempre sintió curiosidad por todo lo relacionado con la estética y el arte. Su principal influencia en la escultura ha sido la cinética del artista e ingeniero Alexander Calder. Dice que la suya es una escultura creativa. Sus obras están, entre otros espacios, en el Museo Antón, el Hospital San Agustín o el Hotel Palacio de Avilés.
Además de esculturas tiene en su haber un centenar de pinturas en donde destacan el color y las formas redondas.
09-04-2024
19:00:00
CAC
Bueño s/n, 33171, Asturias
